¿Hay que batallar en contra de la vida?

En el Siglo XVII una fábula, llamada la Fontaine, empezó a nacer. Esta fábula cuenta la historia de un roble y un junco que crecieron juntos pero que no se llevaban del todo bien, debido al hecho de que el roble siempre se burlaba del junco por tener un menor tamaño, y por lo tanto, según su punto de vista, era una característica de debilidad frente a él, por tener un tamaño muy superior y tener un tronco más rígido.

Un día un tornado sacudió todo el pueblo, quedando a salvo únicamente el junco, ya que éste se plegó hacia sí mismo evitando romperse y caerse. El roble, no obstante, se cayó por completo, no sobreviviendo al fuerte tornado. 

Ante esta historia me pregunto, ¿es más fuerte el que más flexible es ante nuevas circunstancias o situaciones o, de lo contrario, es más fuerte el que más aguanta su posición en estos cambios?

La verdad, a lo largo de la vida nos enseñan a aguantar las situaciones, a permanecer inmóviles y a someternos al miedo que implica el cambio.

Creo que para tener una vida saludable emocionalmente se debe empezar a practicar, a creer y a enseñar que la flexibilidad ante un acontecimiento o situación distinta a la que se ha vivido hasta entonces es una fuerte aliada de la fuerza. Adaptarse a las situaciones, adoptar soluciones, no romperte por culpa de actuar siempre de la misma manera, son valores que deberíamos tener muy presentes porque la vida está en constante evolución y nosotros deberíamos también estarlo. Una persona que tiene una mente más abierta, que ve  las cosas desde distintos puntos de vista y que busca soluciones ante cualquier situación es una persona viva, que quiere aprender de la vida y quiere avanzar, de lo contrario, puedes caerte y no levantarte jamás.

A modo de reflexión opino que deberíamos escuchar más a otras personas que tendrán otros puntos de vista, otras maneras de ver la vida, no pensar que nosotros tenemos la verdad absoluta y vivir de egocentrismo y desconocimiento. Conocer otros países, otras formas de vivir, realizar diferentes actividades que nunca antes hemos probado, enriquecernos de la vida para poder aprender de todo, porque al fin y al cabo, estamos aquí para aprender ¿no crees?